Amnistía Internacional ha dado un pequeño tirón de orejas al
gremio de la tecnología. La ONG ha publicado un informe en el que se ha puesto
de relieve cómo las minas de cobalto en África, un material que acaba en sus
baterías de litio, emplean a niños incluso de siete años.
La investigación ha sido llevada a cabo por Amnistía
Internacional y Afrewatch y han señalado que estos materiales se encuentran
presentes en productos de marcas tan populares como LG, Samsung, Apple y muchas
otras.
Por eso, las organizaciones piden a estas multinacionales
que se aseguran de la procedencia de sus materias primas y que no fomenten
estas explotaciones, donde no solo se pone en riesgo la vida de los adultos,
sino también de jovencísimos niños que trabajan en condiciones de esclavitud
total.
La cadena del cobalto: quién lo
extrae, quién lo procesa, quién lo compra
El documento se centra especialmente en la República
Democrática del Congo, país africano donde se mueve cerca del 50% del cobalto a
nivel mundial. Las organizaciones han seguido la pista de las áreas de
extracción, donde el trabajo infantil es la norma, que es el primer paso de la
cadena.
La investigación incluye entrevistas con niños mineros:
sueldos de 30 dólares al mes, jornada de doce horas, sin equipos de protección.
La ONG recoge el testimonio de Paul, un niño huérfano, que llegó a pasar 24
horas sin salir a la superficie.
Huayou Cobalt: el gran explotador de este material
Posteriormente, el material pasa a manos de un empresa
conocida como Congo Dongfang Mining (CDM), filial del gigante chino del
comercio de minerales Zhejiang Huayou Cobalt Ltd (Huayou Cobalt), que son los
principales explotadores de esta materia prima.
Ambas empresas procesan el mineral y lo venden a tres
empresas de componentes para baterías en China y Corea del Sur, que en 2013
adquirieron cobalto por valor de 90 millones de dólares. Estas firmas lo
entregan, a su vez, a fabricantes de baterías que suministran a empresas como
Apple, Microsoft, Samsung, Sony o Volkswagen, entre otros.
La respuesta de las multinacionales
Amnistia Internacional asegura haberse puesto en contacto
con 16 multinacionales que figuraban en la posible clientela de la red. Sin
embargo, muchas de ellas han declinado ofrecer información que permitiese
comprobar, de manera independiente, el origen del cobalto. Solo una empresa
admitió haber trabajado con Huayou Cobalt y cinco lo negaron, mientras que dos
negaron haber utilizado suministros procedentes RDC.
En este sentido, la ONG ha advertido de que «raras veces»
las personas se preguntan el origen de las nuevas tecnologías y ha pedido a las
grandes marcas que «asuman parte de la responsabilidad»por el origen de sus
«lucrativos productos». El mensaje incluye menciones a firmas como Apple,
Samsung o Sony, a las que recrimina que no hagan «comprobaciones básicas».
Como respuesta a esto, Microsoft asegura que hace falta una
colaboración de todas las empresas implicadas para poder monitorizar el origen
de estas materias primeras y Apple, por el momento, asegura que estudia una
docena de minerales además del cobalto para poder enfrentar estos problemas de
explotación.
El Androidelibre
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