TEMAS PLATÓN
EL HOMBRE (ANTROPOLOGÍA)
El hombre está compuesto de alma y cuerpo, unidos accidentalmente. El alma, que ya existía en el mundo de las ideas, se une con el cuerpo, que permanece en el mundo sensible.
La naturaleza del alma es espiritual e inmortal, sin embargo la del cuerpo es material y corruptible.
Platón distingue tres partes en el alma: el alma racional, localizada en la cabeza y que posee la facultad de pensar, su virtud es la prudencia; el alma irascible, situada en el pecho y que tiene la facultad de la ira y su virtud es la fortaleza y el alma concupiscible, situada en el vientre y que tiene la facultad del hambre, la sed y el amor, su virtud es la templanza.
Esta teoría de las partes del alma, Platón la representa en el mito del carro alado. El carro alado (alma) tirado por dos caballos (parte irascible y concupiscible) y guiado por un auriga (parte racional) vive y contempla el mundo de las ideas. Pero llega un momento en el que uno de los caballos (el que representa la parte concupiscible) no es controlado por el auriga y el carro cae al mundo sensible, donde es aprisionado en el cuerpo y en él permanecerá durante un tiempo. Al quedar encerrada el alma en un cuerpo ésta olvida todas las ideas y sólo mediante su esfuerzo, dominando los impulsos del cuerpo, logrará recordar todas las ideas, lo que le permitirá regresar al mundo al que pertenece.
Existen, según Platón distintos cuerpos en los que el alma se puede encarnar, siendo el del filósofo el más puro, el más libre de interferencias físicas y biológicas, como necesidades y deseos y el de un sofista el peor, precisamente por todo lo contrario. Hay hasta ocho tipos de cuerpos diferentes ordenados según su pureza.
El recuerdo de todas las ideas es posible si el alma está encarnada en un cuerpo de filósofo, mientras lo haga en otros cuerpos (guerrero, gobernante, etc.) sólo podrá recordar un puñado de ideas y no logrará volver al mundo inteligible o de las ideas. Cuando un alma encarnada en un cuerpo de rango inferior al del filósofo logra recordar todas las ideas que le permite dicho cuerpo, al morir, se encarnará en un cuerpo de grado superior, así sucesivamente hasta llegar al del filósofo. Si esto no fuera así, el alma se encarnaría en un cuerpo de rango inferior hasta llegar al de un sofista, y si todavía, encarnada en ese cuerpo no hubiera hecho todo lo posible por recordar todas las ideas que dicho cuerpo le permite, caerá a “un lugar bajo la tierra donde permanecerá durante mil años”.
El alma siempre está luchando con el cuerpo. Éste siempre le está pidiendo satisfacer sus necesidades materiales, por lo que el alma no puede dedicarse de lleno a su actividad esencial, que es intentar recordar las ideas.
EL CONOCIMIENTO
La teoría de las Ideas plantea un problema: ¿cómo podemos conocer las Ideas, si pertenecen a otro mundo distinto del nuestro, al mundo inteligible? La respuesta es muy sencilla, mediante el recuerdo por parte del alma de esas ideas que contempló en el mundo de las ideas. Para Platón pues, conocer es recordar.
La reminiscencia (anámnesis): En el "Menón" se plantea ya con claridad que no podemos intentar buscar lo que ya se conoce -porque sería inútil- ni tampoco lo que no conocemos -no sabríamos adonde dirigirnos ni podríamos reconocer lo buscado-. Este razonamiento indujo a Platón a concluir que no buscamos lo que desconocemos ni lo que conocemos, sino algo que es mezcla de lo conocido y lo desconocido. El recordar es una mezcla de lo que ya conocemos pero que hasta que no lo hacemos sigue estando desconocido para nosotros, así pues, conocer es recordar. Platón concibe el conocimiento de las Ideas como reminiscencia.
En el "Fedón" y el" Fedro" se añade que el alma tuvo que conocer las ideas en una existencia anterior, separada del cuerpo. Ese conocimiento es posible por la afinidad existente entre la naturaleza del alma y la de las ideas («lo semejante conoce lo semejante»). Puesto que las cosas imitan a las Ideas, el conocimiento sensible sirve de ocasión para el recuerdo (anámnesis). De esta manera la multiplicidad de las sensaciones es reducida a la unidad de una sola idea mediante el recuerdo.
Para Platón la dialéctica es el método para dar a conocer a los demás las ideas que su alma no recuerda. La dialéctica es un diálogo entre dos interlocutores que tienen un punto de vista diferente acerca de algún tema, es un enfrentamiento en el que al final uno de los dialogantes impondrá su criterio al otro. Este método ya la usaba el maestro de Platón, Sócrates, quien además utilizaba dentro de sus procesos dialécticos la mayéutica.
La mayéutica consiste en realizar una serie de preguntas al interlocutor (dentro de un proceso dialéctico), preguntas que tienen el objetivo de dirigirle para que con sus respuestas encuentre por sí mismo la idea olvidada que está en su alma.
Para Platón a dos grados de conocimiento: La opinión, doxa, (o conocimiento sensible) es el conocimiento de las cosas del mundo sensible que nacen y se corrompen, por lo que es un conocimiento poco fiable. La ciencia, episteme (o conocimiento inteligible) sólo puede ser conocimiento de las cosas del mundo de las ideas, del Ser eterno e inmutable.
En el libro VI de su obra “República” Platón utiliza la analogía o símil de la línea para expresar las dos regiones de la realidad, sus divisiones y los tipos de conocimiento que le corresponden: nos pide que dividamos una línea en dos segmentos desiguales (AC y CB) y que volvamos a cortar cada uno de esos segmentos (obtenemos así AD, DC y CE, EB). Cada subsección representa una clase de objeto y de conocimiento en sucesión creciente de realidad y claridad: el mayor tamaño de CB respecto de AC indica la primacía del género de realidad y de conocimiento representado por CB respecto de los representados por AC.
CB se refiere al Mundo Inteligible y al conocimiento de dicho mundo, el conocimiento intelectual (habitualmente llama a este conocimiento ciencia o, en griego, episteme); CE es menor que EB porque CE representa un tipo de realidad y de conocimiento menos perfecto que el representado por EB:
CE: entidades matemáticas y conocimiento matemático (pensamiento discursivo);
EB: las Ideas, particularmente la Idea del Bien y su conocimiento (la dialéctica, inteligencia, ciencia en sentido estricto o filosofía).
AC se refiere al Mundo Sensible (en dicho texto de la “República” emplea la expresión “mundo visible”) y al conocimiento de dicho mundo, doxa u opinión; AD es menor que DC porque AD representa un tipo de realidad y de conocimiento menos perfecto que el representado por DC;
AD: sombras, reflejos de los objetos en el agua y los objetos pulidos; Platón llama a este conocimiento conjetura;
DC: las cosas físicas o materiales y su conocimiento mediante su percepción directa; da lugar al conocimiento denominado creencia.
En el mito de la caverna Platón narra la siguiente situación: Unos hombres encadenados , que no pueden siquiera girar su cabeza hacia atrás, pasan su existencia mirando una pared por la que desfilan unas sombras ocasionadas por otros hombres , que detrás de ellos, portan objetos que van moviendo delante de una gran hoguera. Los encadenados creerían que la realidad se reduce a esa sucesión de sombras. Dice Platón que si se liberara a uno de ellos y se le sacara de la caverna para ver el mundo exterior, en un principio no podría ver nada por la fuerza de la luz del Sol, pero que luego pensaría que la auténtica realidad es la que está en el exterior, fuera de la caverna. Si luego le obligásemos a volver a la caverna y le pusiéramos con sus compañeros, volvería con cierta torpeza para volver a identificar las sombras y al contar a sus compañeros que dichas sombras no son la realidad y que él ha visto la auténtica realidad en el mundo exterior, los encadenados no le creerían y que incluso intentarían matarle.
El mito de la caverna simboliza, por un lado al mundo sensible y a la opinión con la caverna y con el conocimiento de las sombras. También simboliza la anámnesis, con la subida del encadenado al exterior (mundo de las ideas) y a la idea de Bien con el Sol y el fuego de la caverna puesto que son los que alumbran para que se puedan ver las sombras y las cosas del mundo de arriba.
Por último este mito muestra el proceso de educación que lleva a cabo el filósofo. Éste debe enseñar a los que no "ven" lo que es la realidad (las ideas).
LA ÉTICA
A la doctrina que equipara sabiduría y virtud se la denomina intelectualismo ético y ya fue formulada por Sócrates, en un intento de superación del relativismo de los sofistas. Los conceptos morales no son fruto de una convención o pacto entre hombres, ya que se refieren a realidades existentes y permanentes (ideas) que son independientes de la razón y la voluntad humanas. Sin embargo, es a través de la razón como el hombre puede tomar contacto con la realidad moral, realizándola en su persona.
A la manera socrática, Platón afirma que sólo el sabio es el virtuoso, porque únicamente conociendo qué es la virtud, es decir, la idea a la que se refiere el concepto "virtud", hay posibilidad de serlo en la vida práctica. El saber y la virtud coinciden y se necesitan recíprocamente. Los placeres materiales y corporales no sólo no conducen a la felicidad, sino que incluso nos la impiden. Virtuoso y feliz será aquel que purifique su alma de las pasiones y "desórdenes" del cuerpo y se vuelque hacia el mundo de las ideas, el único capaz de realizar humanamente al hombre.
La virtud puede entenderse también como un equilibrio y armonía entre las distintas partes del alma. Debe desarrollarse tal acuerdo entre ellas que se unifiquen los distintos elementos que conforman el compuesto humano, sometiéndolos a la razón. Es esta la única que puede regir esta armonización:
Esta división del alma le permitirá justificar la desigualdad social: ésta tiene un origen natural. Los hombres deben pertenecer a una clase social u otra dependiendo de la clase de alma predominante en ellos. En el cuadro de arriba se muestra un esquema de la correspondencia entre las clases de alma, sus virtudes inherentes y la clase social a la que pertenecen.
Según Platón la justicia en la sociedad solo será posible cuando cada uno de los individuos de una sociedad y en función de la clase social a la que pertenezcan haga lo que tienen que hacer. Esto quiere decir que los gobernantes utilicen más la parte racional del alma que las otras, que los guardianes hagan lo mismo con la parte irascible y que los ciudadanos también lo mismo con su parte concupiscible. Traducido en un contexto más actual, los gobernantes deben gobernar prudentemente, los guardianes deben luchar con valor y los ciudadanos trabajar con templanza.
LA POLÍTICA
Platón ofrece en "La República" una utopía en la que el gobierno pertenece a los filósofos. Platón se inclinaba por un gobierno monárquico o aristocrático, donde la aristocracia era una aristocracia de la virtud y el saber, no de sangre o linaje Los gobernantes deben ser los filósofos porque ellos han llegado a recordar todas las ideas.
La ciudad, según Platón, se compone de tres clases sociales que se corresponden con las tres partes del alma.
- Los ciudadanos: Ofrecen los recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas (alimentos, etc.)
- Los guardianes o guerreros: Tienen como función defender la ciudad de posibles invasores, extranjeros o bárbaros, y también aplacar los conflictos internos. Es la más importante, porque de esta clase saldrán los gobernantes (los mejores entre los guardianes). Su educación y preparación deben ser la propia de una élite, puesto que de ellos dependerá el buen funcionamiento de la ciudad. Además, tendrán un régimen especial de vida: se alojarán en viviendas separadas de las del resto de los ciudadanos; no poseerán riquezas propias, ni vivienda privada, ni familia, ni varias mujeres. Se mantendrán en régimen de matrimonio monogámico permanente. Se casarán con mujeres de su misma clase para preservar la pureza del grupo.
- Los gobernantes: Son los árbitros absolutos de la vida política, y sólo se justifican en el cargo si llegan a ser los más sabios. Deben ser seleccionados entre los mejor dotados y estar sometidos, entre los 20 y 30 años, a una formación científica muy especial. Normalmente procederán de los guardianes perfectos. Aquellos que al final de su formación llegan a ser filósofos serán capaces de poner como fundamento del Estado la Verdad, la Justicia y el Bien.
El criterio que utiliza Platón para establecer sus preferencias por un sistema político es la capacidad intelectual y preparación filosófica que cada forma de gobierno requiere:
1º. Aristocracia: ("gobierno de los mejores"): Es la forma más perfecta de gobierno. Se trata del gobierno de unos pocos sabios y justos.
2º. Timocracia: Es el gobierno de los que tienen cierta renta y honor. En él no mandan los mejores, sino los más ambiciosos y guerreros, más amigos de la guerra que de la buena gestión política pacífica.
3º. Oligarquía: Gobierno de unos pocos, los explotadores, los que están a la caza de puestos y riquezas. Esto no significa que siempre gobiernen mal.
4º. Democracia: Gobierno del pueblo, donde predomina la libertad -sobre todo de expresión-, normalmente cuando el pueblo llano expulsa a los ricos del poder y permite una libertad inmoderada, que a menudo supone el desprecio de las leyes.
5º. Tiranía: Es la ruina y degradación del Estado, la peor forma de gobierno. A menudo es consecuencia de la democracia y de no saber hacer uso de la libertad, lo cual obliga a que alguien tome el poder e imponga su dominio por la fuerza.
6º. Monarquía: Es el gobierno de uno solo. El mejor gobierno monárquico tendrá a la cabeza un filósofo, ya que es el único en recordar la idea de bien.
DIOS
Según el mito de Platón, expuesto en el "Timeo", al principio en el universo sólo había:
Materia informe , caos, las ideas, que son perfectas y el demiurgo, una divinidad (palabra que significa artesano, creador).
Platón nos cuenta que el demiurgo se “compadece” de la materia y copia en ella las ideas, obteniendo con ello los objetos que conforman nuestra realidad, es decir convierte el caos en orden. De esta forma explicaba la separación entre el mundo de las ideas que son perfectas y el mundo sensible que siendo imperfecto participa como una copia de la perfección.
Platón distinguió las tres ideas más importantes de todas, la de justicia, belleza y bien.
La idea de bien es la más importante de todas y la última que se puede llegar a recordar. Sólo pueden llegar a ella los filósofos porque son aquellos que tienen una alma lo suficientemente fuerte como para controlar al cuerpo, que es fuente del mal.
La idea de bien es la que, una vez conocida, permite comprender perfectamente todas las demás, que hasta entonces solo se captaban de una forma superficial. El demiurgo hace que el hombre, aunque no recuerde totalmente esta idea, sirviéndose de ella, pueda convertir, lo múltiple (el mal del conocimiento dado por lo sensible) en lo uno, la idea, que representa la unificación de todas las cualidades dispersas de los objetos. ESTE ÚLTIMO PÁRRAFO TAMBIÉN SE INCLUYE EN EL TEMA DEL CONOCIMIENTO.
VOCABULARIO:
Alma racional: Parte superior del alma humana, inmortal y divina. Gracias a ella alcanzamos el conocimiento y la vida buena.
Alma irascible: Parte del alma humana en donde se sitúan la voluntad y el valor.
Alma concupiscible: Parte mortal del alma humana responsable de las pasiones, placeres y deseos sensibles.
Anámnesis: Acto del alma por el cuál esta recuerda (aprende) las ideas.
Conocimiento inteligible (o episteme): Conocimiento perfecto, referido al mundo de las ideas, consecuencia del ejercicio de la razón.
Conocimiento sensible (o doxa): Conocimiento dado por los sentidos y por lo tanto de rango inferior.
Demiurgo: ser divino que, según la metafísica platónica, produce el universo.
Dialéctica: Método filosófico propuesto por Platón para acceder al mundo de las ideas. Consiste en establecer un diálogo sobre un tema en el que se mantienen al menos dos puntos de vista opuestos.
Ideas: En la filosofía platónica, las esencias de las cosas, aunque separadas de ellas y localizadas en el mundo de las ideas.
Idea de Bien: La idea de Bien es la entidad más importante de todas las entidades que pueblan el mundo inteligible.
Mayéutica: Forma parte de la dialéctica y consiste en realizar preguntas a otra persona para que por sí mismo pueda recordar todas las ideas.
Mundo inteligible: El mundo inteligible o mundo de las ideas es la auténtica realidad, el ámbito en el que se sitúan las ideas.
Mundo sensible: El mundo sensible o mundo visible es el conjunto de todo aquello que se muestra a los sentidos, fundamentalmente las cosas físicas.
Teoría de la reminiscencia: Concepción platónica según la cual conocer es recordar.
Teoría de las ideas: La teoría de las ideas es la parte básica de la filosofía platónica. En lo fundamental consiste en defender la existencia de lo absoluto (las ideas o formas), frente al que se sitúa el mundo corpóreo, mortal y relativo.
Virtud: Equilibrio que se alcanza cuando el alma consigue controlar al cuerpo sometiendo las pasiones y deseos, logrando así recordar las ideas.
EL HOMBRE (ANTROPOLOGÍA)
El hombre está compuesto de alma y cuerpo, unidos accidentalmente. El alma, que ya existía en el mundo de las ideas, se une con el cuerpo, que permanece en el mundo sensible.
La naturaleza del alma es espiritual e inmortal, sin embargo la del cuerpo es material y corruptible.
Platón distingue tres partes en el alma: el alma racional, localizada en la cabeza y que posee la facultad de pensar, su virtud es la prudencia; el alma irascible, situada en el pecho y que tiene la facultad de la ira y su virtud es la fortaleza y el alma concupiscible, situada en el vientre y que tiene la facultad del hambre, la sed y el amor, su virtud es la templanza.
Esta teoría de las partes del alma, Platón la representa en el mito del carro alado. El carro alado (alma) tirado por dos caballos (parte irascible y concupiscible) y guiado por un auriga (parte racional) vive y contempla el mundo de las ideas. Pero llega un momento en el que uno de los caballos (el que representa la parte concupiscible) no es controlado por el auriga y el carro cae al mundo sensible, donde es aprisionado en el cuerpo y en él permanecerá durante un tiempo. Al quedar encerrada el alma en un cuerpo ésta olvida todas las ideas y sólo mediante su esfuerzo, dominando los impulsos del cuerpo, logrará recordar todas las ideas, lo que le permitirá regresar al mundo al que pertenece.
Existen, según Platón distintos cuerpos en los que el alma se puede encarnar, siendo el del filósofo el más puro, el más libre de interferencias físicas y biológicas, como necesidades y deseos y el de un sofista el peor, precisamente por todo lo contrario. Hay hasta ocho tipos de cuerpos diferentes ordenados según su pureza.
El recuerdo de todas las ideas es posible si el alma está encarnada en un cuerpo de filósofo, mientras lo haga en otros cuerpos (guerrero, gobernante, etc.) sólo podrá recordar un puñado de ideas y no logrará volver al mundo inteligible o de las ideas. Cuando un alma encarnada en un cuerpo de rango inferior al del filósofo logra recordar todas las ideas que le permite dicho cuerpo, al morir, se encarnará en un cuerpo de grado superior, así sucesivamente hasta llegar al del filósofo. Si esto no fuera así, el alma se encarnaría en un cuerpo de rango inferior hasta llegar al de un sofista, y si todavía, encarnada en ese cuerpo no hubiera hecho todo lo posible por recordar todas las ideas que dicho cuerpo le permite, caerá a “un lugar bajo la tierra donde permanecerá durante mil años”.
El alma siempre está luchando con el cuerpo. Éste siempre le está pidiendo satisfacer sus necesidades materiales, por lo que el alma no puede dedicarse de lleno a su actividad esencial, que es intentar recordar las ideas.
EL CONOCIMIENTO
La teoría de las Ideas plantea un problema: ¿cómo podemos conocer las Ideas, si pertenecen a otro mundo distinto del nuestro, al mundo inteligible? La respuesta es muy sencilla, mediante el recuerdo por parte del alma de esas ideas que contempló en el mundo de las ideas. Para Platón pues, conocer es recordar.
La reminiscencia (anámnesis): En el "Menón" se plantea ya con claridad que no podemos intentar buscar lo que ya se conoce -porque sería inútil- ni tampoco lo que no conocemos -no sabríamos adonde dirigirnos ni podríamos reconocer lo buscado-. Este razonamiento indujo a Platón a concluir que no buscamos lo que desconocemos ni lo que conocemos, sino algo que es mezcla de lo conocido y lo desconocido. El recordar es una mezcla de lo que ya conocemos pero que hasta que no lo hacemos sigue estando desconocido para nosotros, así pues, conocer es recordar. Platón concibe el conocimiento de las Ideas como reminiscencia.
En el "Fedón" y el" Fedro" se añade que el alma tuvo que conocer las ideas en una existencia anterior, separada del cuerpo. Ese conocimiento es posible por la afinidad existente entre la naturaleza del alma y la de las ideas («lo semejante conoce lo semejante»). Puesto que las cosas imitan a las Ideas, el conocimiento sensible sirve de ocasión para el recuerdo (anámnesis). De esta manera la multiplicidad de las sensaciones es reducida a la unidad de una sola idea mediante el recuerdo.
Para Platón la dialéctica es el método para dar a conocer a los demás las ideas que su alma no recuerda. La dialéctica es un diálogo entre dos interlocutores que tienen un punto de vista diferente acerca de algún tema, es un enfrentamiento en el que al final uno de los dialogantes impondrá su criterio al otro. Este método ya la usaba el maestro de Platón, Sócrates, quien además utilizaba dentro de sus procesos dialécticos la mayéutica.
La mayéutica consiste en realizar una serie de preguntas al interlocutor (dentro de un proceso dialéctico), preguntas que tienen el objetivo de dirigirle para que con sus respuestas encuentre por sí mismo la idea olvidada que está en su alma.
Para Platón a dos grados de conocimiento: La opinión, doxa, (o conocimiento sensible) es el conocimiento de las cosas del mundo sensible que nacen y se corrompen, por lo que es un conocimiento poco fiable. La ciencia, episteme (o conocimiento inteligible) sólo puede ser conocimiento de las cosas del mundo de las ideas, del Ser eterno e inmutable.
En el libro VI de su obra “República” Platón utiliza la analogía o símil de la línea para expresar las dos regiones de la realidad, sus divisiones y los tipos de conocimiento que le corresponden: nos pide que dividamos una línea en dos segmentos desiguales (AC y CB) y que volvamos a cortar cada uno de esos segmentos (obtenemos así AD, DC y CE, EB). Cada subsección representa una clase de objeto y de conocimiento en sucesión creciente de realidad y claridad: el mayor tamaño de CB respecto de AC indica la primacía del género de realidad y de conocimiento representado por CB respecto de los representados por AC.
CB se refiere al Mundo Inteligible y al conocimiento de dicho mundo, el conocimiento intelectual (habitualmente llama a este conocimiento ciencia o, en griego, episteme); CE es menor que EB porque CE representa un tipo de realidad y de conocimiento menos perfecto que el representado por EB:
CE: entidades matemáticas y conocimiento matemático (pensamiento discursivo);
EB: las Ideas, particularmente la Idea del Bien y su conocimiento (la dialéctica, inteligencia, ciencia en sentido estricto o filosofía).
AC se refiere al Mundo Sensible (en dicho texto de la “República” emplea la expresión “mundo visible”) y al conocimiento de dicho mundo, doxa u opinión; AD es menor que DC porque AD representa un tipo de realidad y de conocimiento menos perfecto que el representado por DC;
AD: sombras, reflejos de los objetos en el agua y los objetos pulidos; Platón llama a este conocimiento conjetura;
DC: las cosas físicas o materiales y su conocimiento mediante su percepción directa; da lugar al conocimiento denominado creencia.
En el mito de la caverna Platón narra la siguiente situación: Unos hombres encadenados , que no pueden siquiera girar su cabeza hacia atrás, pasan su existencia mirando una pared por la que desfilan unas sombras ocasionadas por otros hombres , que detrás de ellos, portan objetos que van moviendo delante de una gran hoguera. Los encadenados creerían que la realidad se reduce a esa sucesión de sombras. Dice Platón que si se liberara a uno de ellos y se le sacara de la caverna para ver el mundo exterior, en un principio no podría ver nada por la fuerza de la luz del Sol, pero que luego pensaría que la auténtica realidad es la que está en el exterior, fuera de la caverna. Si luego le obligásemos a volver a la caverna y le pusiéramos con sus compañeros, volvería con cierta torpeza para volver a identificar las sombras y al contar a sus compañeros que dichas sombras no son la realidad y que él ha visto la auténtica realidad en el mundo exterior, los encadenados no le creerían y que incluso intentarían matarle.
El mito de la caverna simboliza, por un lado al mundo sensible y a la opinión con la caverna y con el conocimiento de las sombras. También simboliza la anámnesis, con la subida del encadenado al exterior (mundo de las ideas) y a la idea de Bien con el Sol y el fuego de la caverna puesto que son los que alumbran para que se puedan ver las sombras y las cosas del mundo de arriba.
Por último este mito muestra el proceso de educación que lleva a cabo el filósofo. Éste debe enseñar a los que no "ven" lo que es la realidad (las ideas).
LA ÉTICA
A la doctrina que equipara sabiduría y virtud se la denomina intelectualismo ético y ya fue formulada por Sócrates, en un intento de superación del relativismo de los sofistas. Los conceptos morales no son fruto de una convención o pacto entre hombres, ya que se refieren a realidades existentes y permanentes (ideas) que son independientes de la razón y la voluntad humanas. Sin embargo, es a través de la razón como el hombre puede tomar contacto con la realidad moral, realizándola en su persona.
A la manera socrática, Platón afirma que sólo el sabio es el virtuoso, porque únicamente conociendo qué es la virtud, es decir, la idea a la que se refiere el concepto "virtud", hay posibilidad de serlo en la vida práctica. El saber y la virtud coinciden y se necesitan recíprocamente. Los placeres materiales y corporales no sólo no conducen a la felicidad, sino que incluso nos la impiden. Virtuoso y feliz será aquel que purifique su alma de las pasiones y "desórdenes" del cuerpo y se vuelque hacia el mundo de las ideas, el único capaz de realizar humanamente al hombre.
La virtud puede entenderse también como un equilibrio y armonía entre las distintas partes del alma. Debe desarrollarse tal acuerdo entre ellas que se unifiquen los distintos elementos que conforman el compuesto humano, sometiéndolos a la razón. Es esta la única que puede regir esta armonización:
PARTES DEL ALMA
|
RACIONAL
|
IRASCIBLE
|
APETITIVA
|
CARÁCTER
|
Inmortal
|
Mortal
|
Mortal
|
SITUACIÓN
|
Cabeza
|
Tórax
|
Estómago
|
VIRTUDES
|
Prudencia - sabiduría
|
Fortaleza, valor
|
Templanza
|
CLASES
SOCIALES |
Gobernantes-filósofos
|
Guardianes
|
Ciudadanos
|
Según Platón la justicia en la sociedad solo será posible cuando cada uno de los individuos de una sociedad y en función de la clase social a la que pertenezcan haga lo que tienen que hacer. Esto quiere decir que los gobernantes utilicen más la parte racional del alma que las otras, que los guardianes hagan lo mismo con la parte irascible y que los ciudadanos también lo mismo con su parte concupiscible. Traducido en un contexto más actual, los gobernantes deben gobernar prudentemente, los guardianes deben luchar con valor y los ciudadanos trabajar con templanza.
LA POLÍTICA
Platón ofrece en "La República" una utopía en la que el gobierno pertenece a los filósofos. Platón se inclinaba por un gobierno monárquico o aristocrático, donde la aristocracia era una aristocracia de la virtud y el saber, no de sangre o linaje Los gobernantes deben ser los filósofos porque ellos han llegado a recordar todas las ideas.
La ciudad, según Platón, se compone de tres clases sociales que se corresponden con las tres partes del alma.
- Los ciudadanos: Ofrecen los recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas (alimentos, etc.)
- Los guardianes o guerreros: Tienen como función defender la ciudad de posibles invasores, extranjeros o bárbaros, y también aplacar los conflictos internos. Es la más importante, porque de esta clase saldrán los gobernantes (los mejores entre los guardianes). Su educación y preparación deben ser la propia de una élite, puesto que de ellos dependerá el buen funcionamiento de la ciudad. Además, tendrán un régimen especial de vida: se alojarán en viviendas separadas de las del resto de los ciudadanos; no poseerán riquezas propias, ni vivienda privada, ni familia, ni varias mujeres. Se mantendrán en régimen de matrimonio monogámico permanente. Se casarán con mujeres de su misma clase para preservar la pureza del grupo.
- Los gobernantes: Son los árbitros absolutos de la vida política, y sólo se justifican en el cargo si llegan a ser los más sabios. Deben ser seleccionados entre los mejor dotados y estar sometidos, entre los 20 y 30 años, a una formación científica muy especial. Normalmente procederán de los guardianes perfectos. Aquellos que al final de su formación llegan a ser filósofos serán capaces de poner como fundamento del Estado la Verdad, la Justicia y el Bien.
El criterio que utiliza Platón para establecer sus preferencias por un sistema político es la capacidad intelectual y preparación filosófica que cada forma de gobierno requiere:
1º. Aristocracia: ("gobierno de los mejores"): Es la forma más perfecta de gobierno. Se trata del gobierno de unos pocos sabios y justos.
2º. Timocracia: Es el gobierno de los que tienen cierta renta y honor. En él no mandan los mejores, sino los más ambiciosos y guerreros, más amigos de la guerra que de la buena gestión política pacífica.
3º. Oligarquía: Gobierno de unos pocos, los explotadores, los que están a la caza de puestos y riquezas. Esto no significa que siempre gobiernen mal.
4º. Democracia: Gobierno del pueblo, donde predomina la libertad -sobre todo de expresión-, normalmente cuando el pueblo llano expulsa a los ricos del poder y permite una libertad inmoderada, que a menudo supone el desprecio de las leyes.
5º. Tiranía: Es la ruina y degradación del Estado, la peor forma de gobierno. A menudo es consecuencia de la democracia y de no saber hacer uso de la libertad, lo cual obliga a que alguien tome el poder e imponga su dominio por la fuerza.
6º. Monarquía: Es el gobierno de uno solo. El mejor gobierno monárquico tendrá a la cabeza un filósofo, ya que es el único en recordar la idea de bien.
DIOS
Según el mito de Platón, expuesto en el "Timeo", al principio en el universo sólo había:
Materia informe , caos, las ideas, que son perfectas y el demiurgo, una divinidad (palabra que significa artesano, creador).
Platón nos cuenta que el demiurgo se “compadece” de la materia y copia en ella las ideas, obteniendo con ello los objetos que conforman nuestra realidad, es decir convierte el caos en orden. De esta forma explicaba la separación entre el mundo de las ideas que son perfectas y el mundo sensible que siendo imperfecto participa como una copia de la perfección.
Platón distinguió las tres ideas más importantes de todas, la de justicia, belleza y bien.
La idea de bien es la más importante de todas y la última que se puede llegar a recordar. Sólo pueden llegar a ella los filósofos porque son aquellos que tienen una alma lo suficientemente fuerte como para controlar al cuerpo, que es fuente del mal.
La idea de bien es la que, una vez conocida, permite comprender perfectamente todas las demás, que hasta entonces solo se captaban de una forma superficial. El demiurgo hace que el hombre, aunque no recuerde totalmente esta idea, sirviéndose de ella, pueda convertir, lo múltiple (el mal del conocimiento dado por lo sensible) en lo uno, la idea, que representa la unificación de todas las cualidades dispersas de los objetos. ESTE ÚLTIMO PÁRRAFO TAMBIÉN SE INCLUYE EN EL TEMA DEL CONOCIMIENTO.
VOCABULARIO:
Alma racional: Parte superior del alma humana, inmortal y divina. Gracias a ella alcanzamos el conocimiento y la vida buena.
Alma irascible: Parte del alma humana en donde se sitúan la voluntad y el valor.
Alma concupiscible: Parte mortal del alma humana responsable de las pasiones, placeres y deseos sensibles.
Anámnesis: Acto del alma por el cuál esta recuerda (aprende) las ideas.
Conocimiento inteligible (o episteme): Conocimiento perfecto, referido al mundo de las ideas, consecuencia del ejercicio de la razón.
Conocimiento sensible (o doxa): Conocimiento dado por los sentidos y por lo tanto de rango inferior.
Demiurgo: ser divino que, según la metafísica platónica, produce el universo.
Dialéctica: Método filosófico propuesto por Platón para acceder al mundo de las ideas. Consiste en establecer un diálogo sobre un tema en el que se mantienen al menos dos puntos de vista opuestos.
Ideas: En la filosofía platónica, las esencias de las cosas, aunque separadas de ellas y localizadas en el mundo de las ideas.
Idea de Bien: La idea de Bien es la entidad más importante de todas las entidades que pueblan el mundo inteligible.
Mayéutica: Forma parte de la dialéctica y consiste en realizar preguntas a otra persona para que por sí mismo pueda recordar todas las ideas.
Mundo inteligible: El mundo inteligible o mundo de las ideas es la auténtica realidad, el ámbito en el que se sitúan las ideas.
Mundo sensible: El mundo sensible o mundo visible es el conjunto de todo aquello que se muestra a los sentidos, fundamentalmente las cosas físicas.
Teoría de la reminiscencia: Concepción platónica según la cual conocer es recordar.
Teoría de las ideas: La teoría de las ideas es la parte básica de la filosofía platónica. En lo fundamental consiste en defender la existencia de lo absoluto (las ideas o formas), frente al que se sitúa el mundo corpóreo, mortal y relativo.
Virtud: Equilibrio que se alcanza cuando el alma consigue controlar al cuerpo sometiendo las pasiones y deseos, logrando así recordar las ideas.
Comentarios
O el descubrimiento del inconsciente...
Saber tu pasado sería algo así como pura historia, con todo el aprendizaje y sabiduría no digo que no, y también madurez para actuar que el estudio de la historia proporciona...
Si eres una persona vacía que no se conoce ni a si mismo, ni a través de un espejo, imagínese que le envían vidas pasadas en una enciclopedia colectiva, o su historial, cosas que ni usted recuerda!!...
junto con las emociones derivadas de la natalidad como la navidad, yo creo que todo sería pura historia... y verdadero conocimiento...